Acerca del mar, las olas y el sueño

Vio como en sus sueños lo que había era mar.

Una vez la vieron soñar. Pero nunca la vieron soñar con el mar.

La vieron soñar flores-campana y solesrisas y tanto barco…

Pero nunca la vieron soñar el mar… que era uno grande y de olas altísimas.

La vieron en sus sueños soñar las flores campana, que eran ya sus sueños soñados y tangibles como los filiales bosquejos que realizó en la pared pegada a su cama… pero nunca la vieron soñar con el mar

¿por qué quién se imagina que hay alguien en el mundo soñando con el mar cuando muchos ni le conocen, ni le hablan, ni le dicen?

Pero cuando se conoce el mar se mira diferente y se le comienza a hablar con este y a pedir las cosas de diferente manera. Porque el mar es uno solo y es demasiado único, que a veces duele que no sea tan inmenso como se dice y tan universal como se piensa

La otra es que cada quien tenga su propio mar y en la mayoría de los casos este sea uno nimio y en nada trascendental

Por eso soñar con el mar ya es una cosa demasiado innecesaria. Porque ya es mucho hablarle de vez en cuando como para llevárselo a la cama y soñar que uno se baña en sus aguas y se acaricia con las frías olas, y probar su sabor salado y rendir un culto bien justificado hacia la arena y la playa. Que lo único que hacen es recibir al mar. Desde ahí el mar se contempla. Pero soñar que uno habita y es de a ratos el mar no tiene razón de ser…

¿qué va a pasar en estos casos? Cuando uno mismo es un pedazo de mar… se nada en sí mismo.

Antes pensaba que existía un punto por donde la armonía del mar surgía. Pero no he comprobado la existencia de esto y solo se suponer que existe.