buscamos algo de magia

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domingo, 13 de febrero de 2011

Así son los vientos en la memoria...

I


Así nos construimos:
después del derrumbarnos permanentemente,
como hojas y ramas avejentadas,
después de eso
venimos
y nos damos la risa.

II

Vengo de los mil vértigos
a cantar tu nombre
que más que nombre
es guardar en silencio
un amor en llamas.


III

Un corazón que se deshace
como si fuera de arena…
así son los vientos en la memoria:
extraen de la noche
el puño de alegrías

Mi corazón
volando en cien partes cada uno,
cada arena es mi corazón,
va volando y desapareciendo,
lográndose cada vez más diminuto.

Y tengo vergüenza de cuando los corazones alegres
van a mi corazón y lo tornan estrella,
como una ola que rompe en espuma y vértigo.

Vergüenza de no saber defenderme
de no huir conmigo y el corazón a salvo
pero lo mismo…
a mi mar le llueve sobre mojado.


IV

¿Por qué esta sed de infinitud, de fragmentación?
Por cada ola la blanca espuma de mis ojos.
Por cada ola el corazón estalla.
¿El infinito?
Los fragmentos?
Prefiero, a veces, posarme ave del crepúsculo
o pez de los ensueños.


V

Las risas también se alborotan en la memoria
de la infinita alegría del mar
cuando la ola,
raudal en sus doradas arenas
sonríe en espumas con millares de dientes infantiles
veo la certeza de las lunas
lograr surcos en la vigilia

camino de palmeras
y diminutas flores agitadas

¿Se podrá con este camino o con el otro?

Hay veces en que la vergüenza vuelve
como un mar negro y triste
y comienzan a caerse los racimos
las palmeras
a caerles un vértigo
que les endulza el alma.


VI

En algún momento,
a todos nosotros
nos sacaron a patadas
de la bella vida y del amor.

Todos llevamos ardores,
llagas al aire
que nos hacen recordar de mala manera
que estamos vivos:
de una manera que es casi
como pasearse de la mano de la muerte


…nos tiemblan las piernas
el mundo parece un mar
al que le llueve.

Me gustaría regresar a la vida
pero me he vuelto torpe en el intento:
a mi mar le llueve y tiembla.
El mar sabe temblar como mis piernas.


Me gustaría hacer una bandera
para legitimar todo esto.
El dolor de no tener padres
o el dolor de tenerlos
pero que no hayan traicionado
como lo sabe hacer un amigo
o un hermano.
El dolor de estar demasiado solo.
De ser golpeado.
De abandonar la memoria de alguien.
Hasta la muerte de nuestro perro.

Me gustaría hacer una bandera
para legitimar todo esto,
Incluso los dolores pequeños.


VII

Traigo mis ojos quebrados de algún espanto
de tanto y tanto andar buscando
¿buscando qué?

Escucho a mi corazón
un hilo de pájaro canta en esta tarde
que no trae furia
ni rabia.


VIII

Pero esta noche
vas a descansar
en tu memoria.

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