I.
Su canto
fue para mí
como cuidarle el llanto:
llorar sobre su llanto
o procurarle una pequeña baldosa
para que supiera
que yo cuidaría sus lágrimas
que no serían cualquier cosa,
era eso.
Que había alguien
que lo miraba frente a frente
y enardecía y revoloteaba
de reconocer el rostro
en su rostro
era eso,
quizá siempre será eso,
pero hoy
la luz entró por la ventana
acobijándome
y me dio las gracias
por lo de la baldosa
y se hizo aire
y voló
II
No lo vi de frente
sino de reojo
pero basto para dar cuenta
que reconocernos ya no es posible
III
El sonreía
el viento le arrebolaba el cabello
y vimos a la tierra como una baldosa.
Fragmentos*
Hace 13 años